martes, 19 de junio de 2012

Top 5: Pelotudos.

5) El nerd tragaleche.
Rebosantes de semen, estos engendros se encuentran impedidos de ver que en realidad tanto a profesores como a compañeros, sus preguntas de mierda le resultan absolutamente intrascendentes. Estudian durante meses enteros y suelen puntuar 6 en los exámenes, cuando el menos troglodita de los vivos del fondo del aula clavan un 8.
Los más pudientes tienen siempre a mano su IPad y su IPod. Ambos, por las dudas, viste? Los menos, siguen idolatrando al ya hace 20 años obsoleto Atari.
Adictos a los juegos de rol. Presas de bullying indefectiblemente y fieles clientes de Mc Donald's. No suelen llamar la atención, hasta que alguno se raya y se carga a 6 o 7 pibes irrumpiendo a los corchazos en el colegio con el fierro que le robaron al abuelo del cajón de la mesa de luz.

4) El banana.
Juran sobre la urna con las cenizas de sus madres que las mujeres mueren de atracción por ellos, mientras se miran al espejo para verbalizar lo atractivos que se ven antes de partir para Caix.
Fieles oyentes de reggaeton, en todos los casos estos pelotudos cuentan con 3 características comunes, sin excepción. A saber: A) Volkswagen Gol con vidrios polarizados y alguna que otra frase cliché estampada en la luneta; B) Camisas con cuello y puños lisos y zapatillas Gola o similares; C) Anteojos-Vincha.
Víctimas de la metrosexualidad extrema y dueños de un mal gusto tan inmundo que hasta lastimaría los ojos de Stevie Wonder.

3) El longrider wannabe.
Compran un longboard armado de fábrica con piezas de mierda, casco y protecciones en Mercadolibre, y andan por las veredas, porque "en la calle te tiran a la mierda los bondis".
La tablita siempre impecable, la ropa limpia y las zapatillas un lujo. Todo su vestuario se reduce a marcas de ropa para surfers.
Habitan la región subtropical de Palermo y Recoleta. Habitues del Alto Palermo.
Cruzan la calle antes de pasar por la puerta de una facultad estatal, y, contra todo lo pensado, suelen tener parejas mucho más atractivas de lo que ameritan.

2) El Vegan Straight Edge cartel.
Ex emo, posteriormente Flogger, posteriormente skater, actual bicho raro de Bond Street. Dedican su vida a contarle a la gente por cuanta red social exista que no comen nada que implique sufrimiento animal, como por ejemplo milanesas de legumbres, matambre a la pizza orgánico del Tibet y pechito de cerdo que fue muerto a caricias y besos atrás de las orejas. Cero sufrimiento. Lo importante es dejar en claro que son vegan, que no se drogan ni toman, y que no tienen sexo promiscuo, entre otras pelotudeces.
En su tiempo libre compite con sus pares para ver quién tiene el corte de pelo más feo, las orejas más expandidas y el cuerpo más tatuado, mientras se encaminan a ver a Nueva Ética en algún teatrito medio pelo.
Aseguran fehacientemente que son mejores seres que el resto de la sociedad, porque ellos no hacen sufrir a las vaquitas, y sienten la necesidad de hacerte sentir culpa por tener intenciones de comerte un churrasco de mierda, como cualquier persona normal. Cumplen su cometido sólo ante mentes tan débiles como las suyas. Absolutamente intolerantes, de mente estrecha. Son los testigos de Jehova del neonazismo.

1) El Liam Gallagher Indie Britrocker Cara de Chota Reloaded 2.0.
Son un híbrido compuesto por lo más poser de toda la sociedad, producto de un gangbang entre hippies roñosos, burguesitos de zona norte y estudiantes de fotografía o diseño de la UP.
Frecuentan todos los Starbucks a su paso con el fin de hacer mierda la extensión de la American Express de papi y exhibir sus Apple MacBook Air mientras afanan el wi-fi de mierda que prestan dichos locales. Escuchan a Oasis y tienen en sus escritorios una réplica de la famosa cajita de Blur.
Visten desde sweaters extraños con tramas horribles hasta montgomeries con insignias británicas. Permanecen en este estado de pelotudez galopante durante períodos no superiores a los 6 meses, dependiendo del último grito de la moda.


De nada.

lunes, 11 de junio de 2012

10 Preguntas de mierda.

1) Estás más gordita, ¿puede ser?

Esta pregunta fue, es y va a ser siempre hecha por la tía regordeta que viste tonos pastel y plancha las cortinas. Lo letal de la cuestión reside en el "¿Puede ser?". Te deja pésimamente parado. Si decís que no, sos un soberbio. Si decís que si, admitis eso que venías negando desde que terminó el verano. Si bardeas, quedás como un cara de chota mala leche. No hay escape del tono jocoso de esa pregunta destructora de almuerzos familiares.


2) Y un novio, ¿para cuando?

En este caso, el ente emisor de tan venenoso cuestionamiento es la prima puta de 22 años, esa que todos nos cogeríamos si estuviese moralmente aceptado.
La prima puta en cuestión te va a poner una sonrisita bien picarona, casi cómplice, mientras encoge sutilmente los hombros y piensa si esta frígida le pone los ganchos a un pibe antes que yo, le vacío un cargador de AK47 en el clítoris.



3) ¿Arrancamos el gimnasio el lunes?

Nunca falta el pelotudo del grupo, carente de motivación personal que no se conforma con los auriculares y necesita cagarte tu escasas horas de ocio para no sentir su inmunda soledad. Generalmente, éste tipo de pelotudos maneja un Volkswagen Gol modelo '93 con luces de neón.
Otra característica de este ejemplar de la fauna pelutudezca es su vestimenta: joggings Kappa, de esos que resaltan las erecciones, aún cuando éstas no se hacen presentes, a menudo sin ropa interior o con slip noventoso; Shox rojas, y musculosa de algodón estirada, de esas que dejan escapar un pezón tímidamente por el lateral, tapada con una campera que acompaña al grasoso joggin.
Capo, si quisiera ir al gimnasio, básicamente iría al gimnasio. Fin de la cuestión.



4) ¿Cuánto estás fumando por día?

Nunca falta el ex fumador que no puede verte tranquilo mientras te llenas el cerebro de nicotina y los pulmones de alquitran. Mala leche por donde se lo mire. Sea cual sea tu respuesta, vas a recibir una interminable lista de advertencias y consejos con aire de superioridad acompañado todo por una cara de preocupación digna de una catástrofe natural de magnitud incalculable.
El que se va a morir de cáncer voy a ser yo. Borrate, cara de verga fláccida.




5) ¿Seguis con la guitarrita vos? No estás pensando en buscar trabajo, ¿no?

Esta pregunta se va a hacer presente en todo almuerzo familiar en el que sea partícipe un tío abogado.
En caso de que no sea un tio, va a ser el primo chicanero que trabaja con el padre por 4 mil pesos mensuales.
Si, mirá, estaba pensando en trabajar, pero después me di cuenta que no quiero tener una vida sistematizada y monótona como la tuya, a los 21 años. Te agradezco, genio de la vida.




6) ¡Qué carita! ¿Dormiste poco?

No, estoy tratando de convertirme en Falcioni un domingo a la mañana, y el olor a vómito y humo de cigarrillo que emana mi humanidad es el nuevo Axe fragancias de la muerte .





7) ¿Te cortaste el pelo?

Un clásico. Lo venenoso de esta pregunta reside en la cantidad de veces que vas a escucharla en un sólo día.
La gente no se cansa nunca de preguntar obviedades. Pensemos. ayer tenía mucho pelo, hoy tengo poco... Sos medio pelotudo, viste?
Hay muchas respuestas muy astutas para salir con clase de la situación. Mi preferida: "No, no me corte el pelo, pasa que lo deposité en dólares y me lo devolvieron en guaraníes...". Touché.





8) Karen, ¿les contaste a los abuelos que ya sos señorita?

Seguro que el abuelo quería enterarse de eso mientras le pone chimichurri al matambre de cerdo que tiene en el plato. No, má, me olvidé de contarles. Gracias por generarme un trauma que me va a llenar de inseguridades por los próximos 3 años y que va a contribuir a la menuda anorexia que voy a sufrir cuando el fachero del curso se ría de mí por primera vez. Te amo.




9) ¿No estás un poquito grande para andar en patineta?

Mentes retrógradas abundan. El skateboarding es un deporte y una actividad social llena de valores, tanto como el fútbol. Ni más, ni menos.
¿Vos no estás un poquito grande, tío, para juntarte con tus mórbidos colegas los jueves a jugar al fútbol mientras tu mujer se pajea mirando pervertidos en Cam4? ¿No? Bueno, yo tampoco, gordo bolsa de mierda.



10) ¿Cuánto te queda para recibirte?

No importa si estas empezando el CBC para Sociología o si estás liquidando la tesis para un posgrado en Ingeniería Nuclear en el Instituto Balseiro.
Tamaña forreada amerita que saques la pija en pleno asado dominguero y la sacudas golpeando la mesa tres veces mientras proclamas "Dos centímetros de chota me faltan para recibirme, Mabel. Ya casi estoy..."